La celebración de un cumpleaños en la urbanización terminó en un incómodo enfrentamiento entre vecinos, al punto de requerir la intervención de la policía municipal. Todo comenzó el sábado por la noche, cuando una familia organizó una fiesta en la terraza de su vivienda, en la calle Las Margaritas. Aunque al principio la música y el ambiente eran moderados, la situación se descontroló cerca de las 11:00 p.m., cuando el volumen del equipo de sonido aumentó considerablemente.” Al principio pensé que era una reunión tranquila, pero luego parecía una discoteca. No podíamos dormir por el ruido», comentó Rosa Martínez, vecina de una calle cercana. Según los testimonios, la música no solo era fuerte, sino que los gritos y risas de los invitados se escuchaban a varias cuadras de distancia. Los residentes intentaron resolver el problema de manera pacífica. «Algunos vecinos fueron a tocar la puerta para pedir que bajaran el volumen, pero los dueños de la casa no hicieron caso. Incluso comenzaron a burlarse de nosotros», relató Luis Pérez, quien vive al lado de la casa en cuestión. La situación escaló cuando un grupo de vecinos decidió llamar a la policía municipal. Una patrulla llegó al lugar alrededor de la 1:30 a.m. Tras varios minutos de conversación, los agentes lograron que la fiesta terminara, pero no sin antes enfrentar resistencia por parte de los anfitriones. «Ellos decían que estaban en su derecho de celebrar y que no estaban haciendo nada malo. Fue una falta de respeto total», agregó Pérez. Este incidente ha generado un debate dentro de la comunidad. Algunos vecinos consideran que se debe establecer un reglamento más estricto para el uso de los espacios privados en eventos, mientras que otros piensan que la intervención policial fue excesiva. La junta de condominio ha convocado una reunión extraordinaria para discutir el tema y buscar soluciones que garanticen la convivencia pacífica en la urbanización.